El estado del tiempo y el clima en Colombia, al igual que para otros países ubicados en la franja ecuatorial, está condicionado por múltiples fenómenos meteorológicos en diferentes escalas temporales, como lo son, la oscilación climática del ENSO (El Niño – Oscilación del Sur, por sus siglas en inglés), las ondas intraestacionales, la dinámica de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), entre otros, los cuales determinan en buena medida la variabilidad climática sobre el territorio nacional.

Los recursos hídricos asociados al Sistema Interconectado Nacional (SIN) responden de manera análoga a la variabilidad intrínseca de los fenómenos meteorológicos, por lo cual, es necesario realizar seguimiento continuo a las condiciones climáticas observadas sobre el territorio nacional, así como a las proyecciones esperadas a diferentes escalas temporales.

En XM llevamos a cabo un cuidadoso seguimiento y análisis a la condición climática e hidrológica a nivel nacional, con base en la información (medida y pronosticada) emitida por diferentes agencias internacionales de predicción climática, entre las que merecen ser citadas el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI), la Agencia de Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de los Estados Unidos (NOAA) y el Bureau de Meteorología de Australia (BOM), entre otras. A Nivel nacional, los análisis y escenarios hidroclimáticos tienen en cuenta la información emitida por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM).

El año 2022 fue de gran interés desde el punto de vista climático, caracterizado por el desarrollo y maduración del fenómeno de La Niña, el cual había empezado a formarse hacia la segunda mitad de 2020. En 2022, La Niña alcanzó una mayor estabilidad en su fase de madurez, y en el impacto sobre el clima nacional. En términos generales, la fase negativa del ENSO, conocida como La Niña, se caracteriza por la ocurrencia de lluvias por encima de lo normal en el territorio nacional. Adicionalmente, la condición climática en el país, también estuvo impactada por la ocurrencia de diversos eventos, como la temporada de huracanes, la cual ordinariamente se presenta entre los meses de junio a noviembre, y las ondas intraestacionales, como la Oscilación Madden Julian (MJO, por sus siglas en inglés).

Para el seguimiento a la evolución del ENSO en sus diferentes fases, uno de los indicadores más comunes utilizados por la comunidad científica, es el Índice Oceánico de El Niño (ONI, por sus siglas en inglés), el cual se calcula como la media móvil trimestral de las anomalías de la temperatura superficial del mar (TSM) en la región central del océano Pacífico ecuatorial, también conocida como la región Niño 3.4 (localizada entre 120°W – 170°W longitud, y entre 5°N – 5°S latitud). De acuerdo con la convención adoptada por la NOAA, los eventos del ENSO se configuran una vez que se sobrepase por 5 períodos consecutivos alguno de los umbrales definidos, que corresponden a 0.5°C en el caso de los eventos El Niño, y a -0.5°C en el caso de los eventos La Niña, mientras que la franja comprendida entre estos límites corresponde al estado Neutral del ENSO.

En enero de 2022, el pronóstico emitido por el IRI con respecto a la evolución del ENSO indicaba una probabilidad mayor al 60% de continuar en condiciones de La Niña hasta el trimestre de marzo-abril-mayo, para posteriormente, tener una transición a un estado neutral del fenómeno hacia el segundo semestre del 2022, como podemos observar en la siguiente figura.