En esta sección presentamos la comparación entre las señales de planeamiento energético de mediano y largo plazo, con la evolución de las principales variables reales del SIN. Los análisis se centran en los aportes totales, la producción hidráulica, la producción térmica y el nivel del embalse.
Planeamiento de mediano plazo
El estudio de mediano plazo tiene como horizonte de estudio dos años con resolución semanal. Los principales supuestos de este análisis fueron los mostrados en la sección anterior. La comparación que se muestra a continuación toma como base los resultados de los análisis determinísticos realizados la primera semana de 2022, cuyos resultados en detalle pueden ser consultados en el siguiente enlace:
Cabe resaltar, que los análisis energéticos realizados no se pueden considerar de carácter predictivo, teniendo en cuenta que los resultados que se obtienen están fuertemente condicionados por los supuestos considerados, que naturalmente pueden divergir significativamente de la realidad operativa. Sin embargo, estos análisis indicativos son el mecanismo que pretende proporcionar señales tempranas de posibles riesgos en el sistema ante los supuestos que se consideren. El planeamiento operativo energético es un proceso de continua realimentación y sus señales son ajustadas permanentemente a medida en que se revalúan las proyecciones de las variables teniendo en cuenta nueva información.
Como se comentó anteriormente, en el aparte de escenarios hidrológicos determinísticos, las expectativas de los escenarios hidrológicos seleccionados en la primera semana de 2022, consideraban los resultados de los análisis de los centros especializados de predicción climática (IRI, BOM, etc), los cuales preveían la continuación del fenómeno La Niña durante 2022. Esto implicaría que los aportes hídricos tendrían una gran probabilidad de mantenerse por encima de la media histórica, considerando además que este fenómeno se había formado a finales de 2020 y que los acuíferos asociados al SIN, habían venido acumulando humedad residual desde su inicio, lo cual permitiría que la respuesta hidrológica se mantuviera en niveles altos durante 2022. Los estudios estocásticos realizados a comienzos de año muestran situación coherente con estos supuestos. Los aportes reales se mantuvieron por encima del promedio del estocástico en gran parte del año, logrando terminar el año 2022 con un valor del embalse agregado del SIN del 79.04% (prácticamente igual al registrado a finales de 2021: 79.05%).